La psicomotricidad trabaja las siguientes habilidades:
Dominio corporal o conciencia de las dimensiones del propio cuerpo: Conocimiento que la persona tiene de su propio cuerpo. Esta habilidad permite a los niños que usen su cuerpo como medio de aprendizaje.
Lateralidad: Los seres humanos tenemos preferencia por un lado de nuestro cuerpo. Por ejemplo, si usamos la mano derecha para escribir es porque nuestro hemisferio dominante es el contrario, el izquierdo. Los niños deben definir su lateralidad de manera natural, sin ser forzada para evitar problemas posteriores en su desarrollo.
Equilibrio: La capacidad para permanecer estable mientras se realizan distintas actividades motrices.
Estructuración espacial: Habilidad para comprender las relaciones espaciales que guardan los objetos entre sí y con mi cuerpo.
Ritmo o control del movimiento: Habilidad para realizar movimientos de determinada forma y con una frecuencia temporal concreta.
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